Sondheim. Marry me a little

by 11:56
Si yo fuera una rica heredera de una familia judía del East Side, esto no sería objeto de nuestro comentario. Es más, sería una pasión cultivada y jaleada. Pero no, estamos en una ciudad bañada por el mediterráneo, en un barrio de menestrales que oyen rock catalán.

La cuestión, querido, es que de manera infortunada he de reconocer que me gustan los musicales. Tuve mi etapa Andrew Lloyd Weber, mi etapa George Gershwin hasta que descubrí mi preferido entre los preferidos: Stephen Sondheim (por favor, todos de pie). El tipo empezó haciendo las letras de West Side Story (vale, "María, María" no es un delirio de rima...) pero ha acabado construyendo los musicales más inteligentes de los últimos años.Es el tipo que renovó Broadway. Él hizo en los 70 en el teatro musical lo que Pirandello en el teatro de texto en los años 20: la primera obra sin argumento y con saltos temporales donde no había un chico que se enamoraba de una chica.

Company es esa obra. La adoro. Precisamente arranca en la fiesta de cumpleaños de un tipo soltero, y todas canciones explican partes de las realaciones de pareja. Es ese momento en que Bergman y Woody Allen están también dándole al tema. Sondheim te demuestra que el musical puede abordarlo también. En youtube se puede ver cómo se grabó el disco. Sale el propio Sondheim dirigiendo y Dean Jones en una actuación espectacular (el tipo solo grabó el disco y dio dos semanas de representaciones porque le afectó tanto el personaje que inició su divorcio). Aunque si me tengo que quedar con una canción, seguramente sería Merry me a little, que es la mejor descripción de la pareja que he oído. "Passionate as hell, always in control". Aquí una versión moderna, con Raúl Esparza.